miércoles, 28 de enero de 2015

A finales de los 90 y principios del 2000, surgieron innumerables empresas dispuestas a explotar el nuevo invento que era internet. Éstas vivieron un espectacular ascenso en la bolsa, lo que provocó a su vez que les lloviesen millones de dólares, muchos fondos de capital lo veían como la inversión del futuro. Esta actitud especulativa creó una burbuja que no tardaría en explotar, llevándose por medio innumerables empresas que caerían en bancarrota. Govworks.com Fue una startup fundada a finales de los años 90, por Kaleil Isaza Tuzman y Tom Herman, dos amigos de la infancia que tras separar sus caminos volvieron a unirse para formar una empresa de las famosas punto-com, partiendo de la innovacion, la originalidad y sobre todo de una gran afán emprendedor. Govworks.com basaba su negocio en el desarrollo de una pagina web para administraciones publicas, consistia basicamente en que el usuario pudiese pagar las multas a traves de internet. En el documental Startup, observamos cómo se fundó la empresa desde sus cimientos. Con entusiasmo e ilusión, Kaleil y Herman comienzan un camino que no saben muy bien dónde acabará, empezando por la búsqueda de financiación , la cual no fue fácil , pues en aquella época las empresas punto-com eran nuevas, un nicho empresarial todavía inexplorado, y la economía nos sabía muy bien cómo actuar ante ellas. Finalmente consiguieron un capital inicial en torno a los $200.000, lo cual se ve como es una gran responsabilidad a la espalda de nuestros emprendedores. Durante el desarrollo de la empresa vemos como ya no es todo ilusión ,sino también tensión y problemas, incluso fue saboteada, irrumpiendo en la oficina, de la que desaparecieron numerosos documentos y estrategias de marketing. Finalmente incluso uno de los fundadores, Tom Herman, fue despedido a votación de la junta de accionistas, rompiendo su amistad con Kaleil Isaza Tuzman. A pesar de ello la empresa crecía a una velocidad desorbitada, llegando a los 200 empleados. La ruptura entre Kaleil y Tom, era una de las menores preocupaciones del fundador, pues tras un año y medio en funcionamiento, la empresa no pasaba por su mejor momento: No tenían gastos fijos, una infraestructura superior a sus necesidades, ciclos de ventas más largos de lo previsto y procesos de ejecución más largos de lo esperado, falta de liquidez, adquisiciones ya en marcha, a riesgo de no salir adelante , y falta de compromiso por parte de los empleados, lo que hizo que la empresa no progresara. Seis meses después la empresa quebró, y fue absorvida por un competidor. Tom y Kaleil resolvieron sus diferencias y crearon otra empresa destinada a la asesoría de empresas punto-com en crisis.

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